miércoles, 29 de julio de 2015

Tema 20

PROGRAMA ESPECIAL DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL
COORDINACIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL 
Y BILINGÜE


MENSAJE DEL PRESIDENTE 
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 
La educación es fundamental para superar las desigualdades y lograr la convivencia armónica de nuestra sociedad.
Por ello, uno de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 es proporcionar enseñanza de calidad a todos los mexicanos.
Orgullosamente, México es un país multiétnico y pluricultural. Las lenguas indígenas son la voz de nuestra diversidad cultural; son la herencia de nuestros ancestros. Este patrimonio constituye, además, una afirmación de nuestra identidad frente al mundo.
Para preservar esta riqueza, es indispensable garantizar la inclusión y la equidad en el Sistema Educativo Nacional. 
Nuestra Carta Magna, a partir de la Reforma Educativa de 2013, establece la importancia de promover una enseñanza que fortalezca la diversidad cultural, la dignidad humana y la tolerancia. Estos valores son esenciales para construir una sociedad plural y democrática.
Congruente con ello, el principal objetivo del Programa Especial de Educación Intercultural 2014-2018 es ampliar las oportunidades de acceso a la educación de calidad en todos los sectores de la población y en todas las regiones del país, con pleno respeto a nuestra diversidad cultural y lingüística. Para lograrlo, en sintonía con el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Sectorial de Educación, se prevé incrementar los apoyos a niños y jóvenes en situación vulnerable, crear nuevos servicios educativos y aprovechar plenamente la capacidad instalada de los planteles en operación.

Al favorecer la interculturalidad y una educación bilingüe en todos los niveles educativos, sentamos las bases para construir un México más justo, equitativo e incluyente.

MENSAJE DEL SECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA

Los grandes cambios que México requiere sólo serán posibles a través de una educación que promueva el reconocimiento a la diferencia como base para la construcción de una sociedad incluyente y libre de discriminación.
Por esta razón, el Presidente Enrique Peña Nieto determinó, desde el inicio de su gobierno, que una de sus prioridades sería alcanzar un México con educación de calidad y equidad.
El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 establece la necesidad de privilegiar el reconocimiento y la tolerancia.
En esta línea, el Programa Especial de Educación Intercultural 2014-2018 que aquí se presenta, se desprende del esfuerzo que el Programa Sectorial de Educación 2013-2018 ha emprendido para fortalecer el enfoque de una formación integral que parta del diálogo entre culturas, a fin de colocar en una posición central a la diversidad.
La Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública ha aportado su experiencia y conocimientos en el diseño de este programa, que considera objetivos, estrategias y líneas de acción para el aprovechamiento curricular de los saberes de los pueblos originarios como patrimonio cultural, tangible e intangible de nuestro país. También impulsa la atención a la gran diversidad de lenguas de México, como una riqueza fundamental que es necesario conocer y valorar, en los tres niveles de acción del sistema (básica, medio superior y formación para el trabajo y superior).

Los propósitos generales de este programa se dirigen a introducir prácticas educativas para la interculturalidad con un sustento teórico y metodológico. Para aprender a ser ciudadanos de una sociedad abierta a la diferencia es necesario cambiar los métodos para que permitan reconocer las diversas culturas, al tiempo que se relacionan con ellas de una manera más equitativa, más justa y más respetuosa; de esta manera las niñas y los niños lograrán aprendizajes significativos, relevantes y duraderos.
Gracias a este programa, se podrán llevar a cabo estrategias innovadoras que atiendan con pertinencia la diversidad cultural y lingüística de los indígenas, afrodescendientes y migrantes, sensibilizando a toda la población para que reconozcamos, valoremos y apreciemos las muchas voces y rostros que conforman a México.
Con este importante esfuerzo la Secretaría de Educación Pública renueva el compromiso de hacer efectivos los principios de calidad y equidad que la Constitución establece como pilares de la instrucción pública.

MENSAJE DEL COORDINADOR GENERAL DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL Y BILINGÜE
Los compromisos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y en el Programa Sectorial de Educación (PSE) 2013-2018 subrayan el compromiso del Gobierno de la República de elevar la calidad de la educación de los mexicanos para prepararlos mejor como ciudadanos, como personas y como miembros activos de la sociedad.
Para lograrlo se ha impulsado una Reforma Educativa de gran calado que sitúa el interés superior de las niñas y los niños en el núcleo de atención. Un reto sustancial es alcanzar la calidad de los aprendizajes con inclusión y equidad en las oportunidades y los logros. En un país con la diversidad cultural y lingüística de México, este es un desafío formidable.
Uno de los puntos focales para lograr el reto arriba descrito es el establecimiento de una sociedad capaz de mantener relaciones de respeto y equidad entre todos sus miembros. En este contexto, la calidad de la educación no puede establecerse sin considerar elementos como la pertinencia, la equidad, la eficiencia y el humanismo.
La calidad de la educación no puede prescindir de la pertinencia en su sentido más estricto de responder a las características culturales y lingüísticas de la población. Una educación pertinente es aquella que constituye un factor para el desarrollo y el fortalecimiento de la cultura de los grupos sociales; una que parte del respeto a las distintas perspectivas desde las cuales se comprende y explica la vida.
En México existe un abanico muy amplio de culturas incluidos más de 60 pueblos originarios, descendientes de la población esclava proveniente de África, migrantes de múltiples corrientes y migrantes de retorno, que reclaman el derecho a una educación que les ofrezca oportunidades de desarrollo y enriquecimiento de su cultura, cosmovisiones, costumbres, tradiciones y conocimientos ancestrales. Puesto que la lengua es el vehículo y soporte de la expresión y el pensamiento, se convierte en el elemento más próximo y sensible para ser considerado en la educación. La educación pertinente debe considerar la lengua materna de los educandos.
La cultura, como factor de la pertinencia, es un elemento poco atendido en el currículo nacional. En la selección de conocimientos que hemos elegido para ser preservados y desarrollados en las escuelas, se ha privilegiado un solo tipo de conocimiento, excluyendo la diversidad de conocimientos locales construidos por los pueblos indígenas.
Esto es un acto de injusticia, debilita la diversidad cultural y hace de la escuela algo ajeno y poco significativo al estudiante y a las comunidades.
Los diferentes pueblos, incluyendo a los indígenas, tienen conocimientos que aportar a la sociedad en general y al mundo, a los cuales enriquecen: con formas diferentes de entender la naturaleza, de relacionarse con ella sobre bases de respeto; con propuestas de desarrollo tecnológico para el manejo de la tierra y la siembra; con otras formas
de organización y de impartición de justicia; con diferentes formas de organización del trabajo colectivo, con sus tradiciones culinarias y alimenticias, con su medicina tradicional; con tecnología de textiles, con procedimientos de solución matemática, unidades de medida y esquemas de aproximación al tiempo y el espacio. Todos estos conocimientos son construcciones de grupos sociales que dan respuesta a las preguntas y preocupaciones que se ha planteado a lo largo del tiempo; son soluciones a sus problemas, por lo que no hay conocimientos menores ni mejores que otros.

MARCO NORMATIVO
Marco jurídico relativo a la planeación

El proceso de planeación de la Administración Pública Federal tiene su fundamento en el Artículo 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde se establece la rectoría del Estado en materia de desarrollo nacional, para fomentar el crecimiento económico, una distribución de la riqueza más justa, e impulsar el ejercicio de la libertad y dignidad de la sociedad.
Para atender este compromiso el Artículo 26 señala la obligación del Estado de organizar un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional, partir del cual se
determinarán los objetivos de la planeación.

La planeación se sustentará en procesos de consulta amplios, que permitirán la
participación de los diversos sectores de la sociedad.
En este sentido, la Ley de Planeación establece las disposiciones partir de las cuales se
llevarán a cabo las actividades de planeación con la participación de los tres niveles de
gobierno y las diferentes instancias que lo conforman.
De acuerdo al Artículo 21 de esta ley, al inicio de cada administración se debe elaborar el
Plan Nacional de Desarrollo que constituye la base para el ejercicio de planeación sexenal,del cual se derivarán los programas sectoriales, especiales, regionales institucionales,
que determinarán las prioridades nacionales orientarán las políticas públicas de los diversos sectores.

OBJETIVOS, ESTRATEGIAS
Y LÍNEAS DE ACCIÓN
Objetivo 1. Fortalecer la pertinencia cultural y lingüística en la educación básica

Con el propósito de atender los problemas de pertinencia cultural, étnica y lingüística
detectados, es preciso fortalecer la educación básica desde una mirada intercultural. Según Connell (2003), los individuos residentes en un país en razón de su edad, independientemente de su situación económica y social, sexo, origen o situación legal, tienen derecho a acceder a los bienes culturales, a preparase para obtener un trabajo y a participar activamente en la sociedad.

Las poblaciones de diverso origen cultural y lingüístico implican, para cualquier propuesta curricular, el reto de plantear la representatividad cultural del currículum nacional.
Si bien no es un tema nuevo, ahora es cuando podemos ser conscientes de la pluralidad
cultural de nuestra nación, presente como un multiculturalismo en las aulas que componen
el sistema educativo.

De ahí  la finalidad de este objetivo:

que todos los alumnos de educación básica comprendan la realidad desde diversas
ópticas sociales y culturales, y reflexionen sobre su cultura y la de los demás.

Para ello, se propone organizar en siete estrategias las líneas de acción del programa respecto a este objetivo. Tales estrategias se refieren a las distintas dimensiones  en las que se puede ir avanzando hacia la pertinencia  cultural y lingüística de la educación básica nacional. Conseguir este objetivo es responsabilidad de la Subsecretaría de Educación Básica, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE)
el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), con asesoría,acompañamiento evaluación de la Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe (CGEIB).








Tema 19

CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS EDUCATIVAS
INTERCULTURALES EN MEXICO



Políticas educativas 
Si se toma como referente para el análisis de las políticas educativas públicas el derecho a la educación, es preciso partir de sus ejes que Tomasevski (2003), define como las cuatro A: • Asequibilidad: presupuesto suficiente, escuelas y maestros necesarios, infraestructura y dotaciones pertinentes. • Accesibilidad: gratuidad, accesibilidad económica, material y geográfica a las instituciones educativas. • Adaptabilidad: pertinencia del currículo y la oferta educativa de acuerdo con contextos y poblaciones específicas. • Aceptabilidad: calidad de la educación asociada a las demandas, intereses y expectativas de las diversas comunidades y poblaciones. Las cuatro A están estrechamente vinculadas entre sí y son interdependientes. En este sentido, durante los últimos años, las políticas educativas en Latinoamérica, de formas más clara en lo relativo a cuestiones interculturales, parecen tener mayor desajuste entre los países que están al menos intentando apostar por el sistema educativo y las políticas públicas, y quienes se dejan llevar más por los indicadores neoliberales auspiciados desde las grandes corporaciones y organismos internacionales tipo Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, entre otros. Las políticas educativas como ejes referenciales de las instituciones educativas y del subsistema social que generan de creciente complejidad en sus dinámicas y estructuras han tenido una evolución histórica ligada a sus funciones de socialización, transmisión y reelaboración de la cultura, así como a la cualificación personal y profesional de la ciudadanía. Pero, precisamente por esa evolución histórica cultural, política, social y económicamente condicionada el sistema educativo se enfrenta en la actualidad a los nuevos retos que le marca el economicismo hegemónico y a las viejas exigencias sociales de igualdad y libertad a las cuales se debe su origen al seno de la modernidad; todo lo cual se hace más patente si cabe en el análisis del fenómeno de la inmigración. Así, hoy en día se está inmerso en un modelo socioeconómico cuyas características principales suponen no sólo causas de desigualdades y migraciones varias locales y globales sino también una lógica dominante del mundo actual que exige una mirada crítica como condición para un adecuado conocimiento de las dinámicas de acción social. 7 Revista Innovación Educativa, ISSN: 1665-2673 vol. 10 núm. 50 • enero-marzo, 2010 Ser diciendo, educar haciendo: repenSando laS políticaS interculturaleS bilingüeS en latinoamérica. una introducción | Eduardo S. Vila MErino En medio de todo esto se produce un auge de las concepciones interculturales desde un mayor reconocimiento de la multiculturalidad existente en lo social, a través del cual también se abre un debate obligatorio a nivel cultural y lingüístico. En el contexto latinoamericano, los pueblos indígenas han solido identificarse con lo distinto, diferente, extraño, ajeno, desconocido y sobre todo cuando está acompañado de condiciones socioeconómicas desfavorables o empobrecidas con lo no deseable e incluso peligroso. Es preciso no olvidar que la ignorancia y el miedo siempre han sido amigos de los prejuicios y la generalización, a la vez que enemigos de la diversidad, la justicia y la convivencia. Por eso es imprescindible introducir estos nuevos debates en contextos multiculturales y desde el punto de vista educativo diversos, sin dejar de hacer referencia a la cuestión de la legitimación de las desigualdades sociales, que sigue teniendo en el mito de la igualdad de oportunidades su principal valedor. Olvidándose el hecho en las políticas educativas supuestamente interculturales de que para alcanzar el principio de igualdad debe considerarse las diferencias y compensarlas por medio de la equidad para lograr la real justicia educativa y curricular. Lo anterior da lugar para profundizar sobre: cómo afectan estas políticas educativas de signo conservador a la cuestión de la diversidad lingüística como nítida manifestación del pluralismo cultural emergente desde el fenómeno de la consideración de las lenguas originarias. 








Tema 18

InterculturalIdad y educacIón
Intercultural en méxIco 
Un análisis de los discursos nacionales e internacionales 
en su impacto en los modelos educativos mexicanos


Interculturalidad y educación intercultural:
hacia un marco conceptual comparativo

En los últimos años hemos asistido a un espectacular incremento de los temas relacionados con el carácter multicultural de las sociedades hasta ahora consideradas “monoculturales”. Con ésta otras expresiones equivalentes, han surgido 
reflexiones investigaciones por parte de profesionales de diversos campos, pero muy 
especialmente de las ciencias sociales.

Algunos sostienen que este nuevo ámbito de estudio está estrechamente relacionado con
el resurgimiento y la redefinición de las identidades étnicas indígenas, en el contexto del así denominado “postindigenismo” latinoamericano. otros insisten en que son más bien los nuevos flujos migratorios del Sur hacia el norte los que han obligado a que se replanteen no pocos aspectos que configuran nuestra vida social y cultural desde ámbitos disciplinares muy diversos: del derecho, la historia, la sociología, la genética, la antropología y la pedagogía. 
De una u otra manera, todos ellos contribuyen al debate nacional, internacional crecientemente transnacional acerca del multiculturalismo de la 
interculturalidad (dietz, 2003, 2009; Beuchot, 2005).

Por consiguiente, el resultante “discurso intercultural” no es homogéneo.
Se distingue por sus diversos “acentos” continentales, nacionales regionales de origen asícomo por los sesgos disciplinarios de sus protagonistas.

Del multiculturalismo a la educación intercultural

¿Cómo aterriza el discurso intercultural al ámbito educativo y a las políticas públicas? Para ello, requerimos de una mirada comparativa. la diversidad cultural, concebida convencionalmente como el producto de la presencia de minorías étnicas y/o culturales o del establecimiento de nuevas comunidades migrantes en el seno de los “clásicos” estadosnación de cuño europeo, es estudiada en contextos escolares y extraescolares, en situaciones de discriminación que reflejan xenofobia racismo en las distintas esferas de
las sociedades multiculturalizadas (García-cano torrico; márquez lepe; agrela romero, 
2008). en dichos estudios se refleja la confluencia de diversas corrientes académicas que indican transformaciones profundas en el propio quehacer de las ciencias sociales (dietz, 2003, 2009b):

• Los “estudios étnicos”, surgidos en el ámbito anglosajón, pretenden superar su inicial fase de autoaislamiento como nichos de autoestudio por parte de miembros de la misma minoría (Gilroy, 1992; Gutiérrez, 1994).


La discriminación, el reconocimiento y las trampas de la discriminación positiva en la estrategia de visibilizar la diversidad cultural, el referente prototípico es el feminismo. Su noción de “cuotas” de acceso al poder es una vez más retomada por la lucha multicultural por el reconocimiento de grupos de identidades diversificadas, aunque delimitadas y diferenciadas, para así generar un sistema altamente complejo de trato diferenciado de 
grupos minoritarios. el objetivo de esta política de “acción afirmativa”, aplicada primero 
en los cuerpos representativos y que tienen poder en la toma de decisión de los movimientos mismos y, posteriormente transferidos a las esferas académicas y educativas, consiste en paliar la discriminación persistente debida a criterios de género, color de la piel, religión, etnicidad, etc., que las minorías sufren a través de una política deliberada de “discriminación positiva” (Pincus, 1994).


El giro hacia las políticas de “antidiscriminación” y de “gestión de la diversidad” a pesar de estas críticas y advertencias, los emblemas culturales y colectivos de los individuos y de sus identidades, basados en criterios de género, “raza”, etnicidad, cultura, religión u orientación sexual, son las que finalmente se usan para obtener un “éxito” relativo del multiculturalismo en diferentes países anglosajones.

Estos criterios pueden ser percibidos, medidos tomados como objetivos alcanzar, 
delimitando discretamente las pertenencias de grupo, el acceso a y la exclusión de ciertos bienes y servicios públicos. Por consiguiente, el reconocimiento institucional y legal del multiculturalismo se ha conseguido a través de su marco legal concomitante de antidiscrimi-
nación y particularmente en el caso estadounidense a través de leyes estatales y federales muy polémicas, pero todavía influyentes, como las leyes de acción afirmativa y la ley de Igualdad de oportunidades en el empleo (Wood, 2003). 

La necesidad de identificarse con una serie de categorías oficialmente reconocidas ha promovido de manera indirecta, pero a menudo intencionada, un discurso esencialista de la identidad que homogeneíza a los miembros de un grupo, contradiciendo así las presunciones básicas de la diversidad. Para evitar este sesgo “grupista” que caracteriza al multiculturalismo anglosajón (Vertovec y Wessendorf, 2004: 22), el marco legal en el contexto europeo combina la tradición multicultural de reconocimiento de ciertos rasgos, como marcas de identidad de grupos no privilegiados, con un fuerte énfasis en 
las capas, niveles y estrategias de identidad heterogéneas y múltiples que 

caracterizan al individuo.

Las estructuras nacionalitarias subyacentes al discurso intercultural estos ejemplos de los vaivenes institucionales generados por políticas multiculturales de diferentes estados-nación demuestran que la denominada “interculturalidad”, la pretensión de “interculturalizar” la praxis institucional de las sociedades occidentales, no constituye una mera adaptación
a la “multiculturalización de facto” de estas sociedades, ocasionada por los movimientos migratorios, como lo postularan en su día autores ya clásicos (Glazer y moynihan, 1963). el tratamiento diferencial sea éste asimilador, integrador, segregador etc. Proporcionado desde los sistemas educativos oficializados y dirigido a determinados grupos supuestamente minoritarios, forma parte integral de las “políticas de identidad” del estado-nación. la percepción de la alteridad es, a la vez, producto y productora de identidad
(dietz, 2009b). esta estrecha interrelación entre la concepción de “lo propio”
y de “lo ajeno” no sólo es constatable en las ya clásicas pedagogías decimonónicas

del “nacionalismo nacionalizante” (Brubaker, 1996). también las nuevas pedagogías del multiculturalismo en sus vertientes tanto ortodoxas como heterodoxas han de ser analizadas no como simples “respuestas” a la diversificación interna del aula, sino como expresiones contemporáneas del proyecto identitario de occidente.
Es por ello que el origen tanto del discurso como de la práctica de la interculturalización escolar se halla en el multiculturalismo, aquel precario y siempre provisional conjunto discursivo que pretende integrar el amplio abanico de nuevos movimientos sociales contestatarios bajo un horizonte político-societal común (dietz, 2007). 










Tema 17

Educación para un México intercultural


La educación intercultural en México México es el país con mayor población indígena de América. Según el último Censo Nacional de Población y Vivienda (INEGI, 2011), 6.9 millones de mexicanos 
de tres años de edad y más hablan una lengua indígena, lo que significa 6.6% de la población nacional. Sin embargo, 15.7 millones (14.86%) se consideran indígenas. Si bien en otros países, como Guatemala, Bolivia, Perú y Ecuador, el porcentaje de población indígena es considerablemente mayor, en números absolutos México es el país del continente con más indígenas.

Probablemente, México también sea el país más diverso de América. El Catálogo Nacional de Lenguas Indígenas, elaborado por el Instituto Nacional de Lenguas


Indígenas (INALI, 2005), reporta la existencia de 68 grupos etnolingüísticos pertenecientes a once familias lingüísticas que hablan 364 variantes dialectales de esas 68 lenguas. Esta diversidad representa, sin duda, una gran riqueza que el país ya reconoce, pues en el artículo 2° de la Constitución se estipula que “la Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas” (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2008).
A pesar de este reconocimiento, los indígenas en nuestro país viven, en una amplia mayoría (80%), en condiciones de pobreza y este porcentaje no disminuye con los años (Hall & Patrinos, 2005). La pobreza se refleja en todos los indicadores de desarrollo económico y social, incluyendo los educativos.  

La filosofía de la educación pluricultural

El reconocimiento de los países como pluriculturales tiene significados importantes.

Por un lado, significa que nos enorgullece ser culturalmente diversos y, por otro, implica reconocer que la diversidad no amenaza nuestra unidad, como durante tanto tiempo se pensó, sino que, por el contrario, la afianza y fortalece.

¿Cuáles son las razones detrás del reconocimiento reciente de la pluriculturalidad y del consecuente
reconocimiento de la necesidad de fortalecer, a través de la educación, las lenguas y culturas que nos hacen diversos?

Entre las explicaciones de esta reciente entrada en escena de la pluriculturalidad se encuentran al
menos tres, que representan también sus principales fundamentos: 
La globalización Esta marca de nuestro tiempo influye sobre la importancia de la multicultura-
lidad por tres vías:

• En primer lugar, la comunicación planetaria que la globalización hace posible nos pone en contacto, mediante la televisión fundamentalmente, con diferentes culturas del planeta. Con este contacto cotidiano y frecuente con la diversidad ocurren procesos inconscientes en las poblaciones, que conducen a reconocer –tal vez no de manera abierta– que existen múltiples culturas y no una sola. Y quizá también a cuestionar si la cultura propia es la mejor o, al menos, “la única correcta”. Con ello se relativiza la cultura propia y, de modo gradual, la sociedad se va abriendo al reconocimiento al menos de la existencia de la diversidad cultural. 

• En segundo lugar, la globalización impone, o aparenta imponer, un modelo único de producción, consumo, entretenimiento. Ante ello, una reacción natural de los pueblos es, sin renunciar a los beneficios que trae consigo el modelo impuesto, afirmarse con las formas propias de expresarse.

La importancia de la diversidad
La biología fue la ciencia que descubrió que la diversidad era un valor. Sin diversidad biológica es imposible la vida. La diversidad no sólo es riqueza, es vital. La biología, además, descubrió que la diversidad biológica tiene que ver con la diversidad cultural.

Ahí donde hay mayor diversidad cultural, también hay mayor diversidad biológica.
Por otra parte, los pueblos indígenas originarios cuidan de manera especial la diversidad biológica de sus entornos. Así, si la diversidad biológica es vida, y la diversidad cultural es motivo de la diversidad biológica, la diversidad cultural también es vida para todos los seres humanos del planeta
(UNESCO, 2005).

El pensamiento complejo
Hay un conjunto de habilidades que requerimos para enfrentar los retos del mundo actual que no aprendimos cuando jóvenes en la escuela.
 Una buena parte de ellos tienen que ver con la fragilidad del conocimiento, que se vuelve con rapidez obsoleto por la velocidad con que cambia. Mucho de lo que aprendimos en la escuela ya no es verdad, o sólo es parcialmente verdad. Ello genera una incertidumbre que define el mundo moderno y que debemos aprender a enfrentar. El cambio es lo que define la época actual, y debemos desarrollar habilidades para prever, adaptarnos a y orientar el cambio.

Por otra parte, debemos aprender a ver el mundo como un complejo de heterogeneidades, y no como algo que podemos igualar. La diversidad está en todos lados. Las soluciones no pueden ser iguales para lo que es desigual. La complejidad implícita en la comprensión y en la búsqueda de soluciones es otro de los requerimientos del mundo actual.

El conflicto siempre ha sido parte de nuestra historia, pero el cambio y la diversidad lo
vuelven más visible.
El conflicto no es negativo; al contrario, es lo que permite el dinamismo y la transformación, pues irrumpe en las certezas y permite la  problematización de lo que antes se naturalizaba.

Lo que importa es que el conflicto no se convierta en violencia.
Tenemos que aprender a manejar, a enfrentar y, cuando se puede, a resolver el conflicto.
Estas tres características del pensamiento complejo las desarrolla el filósofo contemporáneo Edgar Morin (1995 y 1999). La convivencia pluricultural es una de las realidades que el pensamiento complejo debe poder enfrentar.











Tema 16

POLÍTICAS Y FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN 
INTERCULTURAL BILINGÜE EN MEXICO

I. MARCO JURÍDICO-POLÍTICO

La EIB, como derecho y como proyecto estratégico para alcanzar un ideal de país, está contemplada en diversos instrumentos jurídicos y normativos. En este apartado se esbozan algunos de los
marcos que legitiman su desarrollo en México, mediante una descripción sucinta de sus principales planteamientos.

Un marco muy importante para el desarrollo de la EIB en México es la recién promulgada Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.

Esta legislación tiene por objeto regular el reconocimiento y la protección de los derechos lingüísticos, individuales y colectivos de los pueblos y comunidades indígenas, así como promover el uso y desarrollo de las lenguas indígenas.

Dicho documento establece el reconocimiento de las lenguas indígenas como lenguas nacionales y,
por tanto, poseen la misma validez que el español en el territorio, localización y contexto en que se hablan. Esto implica que todas sean válidas para efectos de cualquier asunto o trámite de
carácter público, así como para acceder plenamente a la gestión, los servicios y la información pública.

Las sociedades sólo pueden entenderse y transformarse desde la perspectiva de su pasado. Esta administración reconoce en nuestra historia un legado irrenunciable para la edificación de un México
diferente.
La defensa de la soberanía, el carácter laico de la autoridad civil, el respeto a la diversidad cultural, el avance de nuestra democracia, la división de poderes, el federalismo, el respeto a las garantías
individuales y todos los valores que forman parte de nuestro patrimonio histórico, no maduraron en un solo día. Son resultado de un largo proceso, de incontables esfuerzos nacionales y grandes sacrificios sociales. De compromisos de muchos mexicanos y mexicanas con México.
Los diferentes tramos de nuestra historia moldearon el ser nacional.

Primero, con el deseo de constituir una nación libre y soberana; luego, con la necesidad de institucionalizar un Estado laico; posteriormente, con el imperativo de la justicia social y, más adelante, con la lucha por una democracia política plena.
En el cambio que hoy vivimos convergen estos importantes episodios de nuestra historia. Los mexicanos de hoy somos herederos de las luchas y afanes de quienes nos precedieron, a la vez
que guardianes de sus conquistas a favor del país. Avanzamos hacia el porvenir con plena conciencia de esos principios y valores que nos constituyen como nación. Estamos convencidos de que lo haremos con éxito si, al igual que las generaciones que nos antecedieron, honramos el pasado, y establecemos nuestros compromisos con México como la base que sustente nuestra marcha hacia
el futuro.

II. MARCO FILOSÓFICO
Es evidente que hoy en día nos movemos en crecientes procesos de pluralidad cultural, étnica y lingüística. México no escapa a esta complejidad y a las circunstancias en que se enmarca a nivel mundial: pobreza estructural, inestabilidad económica, intolerancia, violencia y deterioro ambiental, etc. Así, la interculturalidad se presenta como un proyecto social amplio que intenta construir, desde
otras bases, un esfuerzo por comprender y valorar al otro, de percibirlo como sujeto que impacta, a partir de su relación con la historia, el mundo y la verdad, la propia identidad; es decir, como
una invitación a introducirse en el proceso de la comunicación intercultural.

La educación desempeña un papel fundamental para la consecución de estos cometidos. Y la educación intercultural como dimensión de este proyecto social amplio se presenta como una
vía de transformación individual y colectiva que permita acceder a una vida más armoniosa, de mayor respeto a los otros, a sus derechos, formas de vida y dignidad.

III. MARCO CONCEPTUAL
Como punto de partida se propone una distinción entre lo cultural, en tanto dimensión de la existencia social de todos los grupos humanos, y las culturas, como construcciones particulares de esta dimensión.
Lo cultural está presente en todo momento como origen, condición de posibilidad que actúa de manera decisiva en los comportamientos colectivos e individuales del mundo social que impactan
la marcha misma de la historia. La actividad de la sociedad en cuanto a su dimensión cultural, aun cuando no frene ni promueva procesos históricos, o no les imponga una u otra dirección, es, siempre
y en todo caso, la que les imprime sentido.

Diversidad
Para entender la diversidad en el contexto mexicano hay que reflexionar sobre la noción que se refiere a la diversidad cultural, étnica y lingüística.

La realidad es una construcción histórica y cultural; por tanto, se vive de acuerdo con una particular visión del mundo. Ahora bien, desde dicha perspectiva, no sólo nos referimos a los puntos de vista o a las ideologías sino a la existencia misma de las personas, en tanto partícipes de un espacio y un tiempo.
Cabe destacar que si la realidad se construye de manera distinta en una y otra cultura, entonces la realidad es lo que diferencia a cierta cultura-pueblo-nación de otra cultura-pueblo-nación.
Así, se advierte que la diversidad cultural es la diversidad de realidades, es decir, la variedad de condiciones de existencia de las personas mediante el reconocimiento de los múltiples cruces y
contactos entre ellas y, sobre todo, sabedoras de la necesidad de construir lo común como patrimonio de la humanidad.
De acuerdo con lo anterior, la diversidad es constitutiva de los pueblos, las etnias, las culturas y las naciones, y debe diferenciarse, a la vez, de otros rasgos que pueden o no ser elementos de identidad de un pueblo: la religión, la cuestión de género, la preferencia sexual, la cuestión generacional, las clases sociales, etc.

En este sentido, cabe señalar que si bien la CGEIB tiene como propósito central atender la diversidad cultural, étnica y lingüística, se reconocen y asumen estas diversidades como rasgos constitutivos
de la identidad, aunque de naturaleza distinta.


Por consiguiente, la diversidad cultural como condición humana ha sido el campo donde se han construido las llamadas culturas; éstas dan sentido a las prácticas y procesos que tienen lugar en el
interjuego de la constitución y el devenir de las culturas mismas.


Identidad
Éste es un elemento que muestra la diversidad cultural como punto de partida y motor de la constante reconstitución de las culturas.
La identidad es la afirmación, reconocimiento y vinculación con la realidad de los sujetos que se constituyen y forman en las distintas culturas. La identidad nos sitúa respecto del otro, al afirmar
la singularidad distintiva con base en la que creamos y recreamos un sistema específico de significación,  ya sea personal, comunitario o social, adscribiendo así pertenencia étnica y lingüística;
posiciona a los sujetos en un intercambio de prácticas culturales en el que actúan, se relacionan y proyectan.

Así, la identidad forma parte de la cultura y a su vez le da sentido y consistencia. Si la identidad parte del reconocimiento de uno mismo, el sentido del yo proporciona una unidad a la personalidad que, para formarse, necesita la presencia del otro que lo transforma y moldea a la vez.
Se reconoce la identidad como un espacio personal, frontera subjetiva de acciones particulares en relación inextricable con el entorno social que permite construir el concepto de sí mismo.
Ahora bien, se considera que la presencia de los otros como parte de la constitución de la identidad personal incluye un conjunto de relaciones en que se da la identidad grupal; es decir, el espacio
social y subjetivo. Así, la identidad colectiva se construye con la apropiación del conocimiento obtenido por las experiencias en distintas instituciones la familia, la escuela, la religión, el trabajo, las cuales el individuo adapta, asume y recrea.
La identidad colectiva es entendida, pues, como etnicidad, al dilucidar la relación entre lo propio y lo ajeno, al poner de manifiesto las relaciones de poder entre aquellos que enuncian y aquellos
que son enunciados como los otros.

MULTICULTURALIDAD
Es pertinente señalar que las relaciones entre diferentes culturas e identidades no son lineales y simples, sino que en éstas se entretejen múltiples planos y niveles de la realidad. Por consiguiente,
se reconoce que el contacto cultural puede ser analizado desde diversos ángulos.
La multiculturalidad implica la coexistencia de diversas culturas en un determinado territorio. En su dimensión ético-política, dicho concepto no alude a la relación de respeto y convivencia equitativa
entre las diversas culturas, pues los vínculos que se establecen están signados por profundas desigualdades; es decir, relaciones de poder y de dominación que subordinan y discriminan
a unas culturas en relación con otras.


NTERCULTURALIDAD
Para superar las desigualdades características de la realidad multicultural, es necesario repensar las posibilidades y asumir una postura distinta que conlleve una mejor convivencia entre las culturas.
Así, la interculturalidad se entiende como un proyecto social amplio, una postura filosófica y un funcionamiento cotidiano ante la vida; constituye una alternativa que induce a replantear y reorganizar el orden social, porque insiste en la comunicación justa entre las culturas como figuras del mundo y recalca la importancia

Dimensión epistemológica
Esta dimensión ha puesto en el centro de la discusión la forma en que se construye el conocimiento en la sociedad occidental. Ha evidenciado el deterioro sufrido por los paradigmas que sostuvieron
el conocimiento científico como el único aval de legitimidad y validez para conocer la realidad. Se reconoce que la especialización de los conocimientos ha llevado a su parcelación, provocando
tanto un alejamiento de la realidad como una creciente ineficiencia para resolver los problemas que en ella se presentan.