HACIA LA CONVIVENCIA
Y EL RESPETO.
UNA PROPUESTA
COEDUCATIVA
LA ESCUELA COEDUCATIVA
Hay que reconocer que la escuela coeducadora por la que vienen trabajando muchas personas desde 1970, no existe como tal. Hoy por hoy, es un proyecto de futuro, cuya meta es educar a los chicos y las chicas en relación cooperativa, y no como sucede ahora en la mayoría
de nuestros centros, chicos y chicas juntos en un mismo espacio, pero en planos desiguales
y en posiciones jerarquizadas. De hecho, por mucho que se predique la igualdad, cualquier
análisis mínimamente concienzudo de lo que sucede entre bastidores
pone en evidencia queel entramado de relaciones, expectativas, presiones, intereses, etc… que se dan en los centros educativos, no es el que desearíamos. Así, en las relaciones entre el alumnado, observamos que las formas «normales de comportamiento» suelen ser la agresividad y la competitivi
dad, en lugar del respeto y el diálogo, y es habitual detectar la fórmula de dominio-sumisión
entre unos «iguales» que acaban siendo desiguales por la fuerza de la inercia.
Es esta una concepción jerarquizada, especialmente agudizada en las relaciones hombre-mujer,
que se sigue reproduciendo de manera acrítica a través de un complejo sistema de roles y estereotipos. En el caso de los estereotipos sexistas, la observación y la experiencia nos dicen que
siguen transmitiéndose de manera eficaz y que en los centros existe un solapado conflicto de
género que se revela en hechos tan cotidianos como la escasa cooperación en el aprendizaje,
lo poco que chicos y chicas comparten los espacios, intereses, aficiones, etc.., e incluso, en ese
malestar difuso que aparece entre el profesorado cada vez que el tema sale a colación.
■ PREVENIR LA VIOLENCIA, MEJORAR LA CONVIVENCIA
Todo cambio conlleva unas consecuencias, y en el caso que nos ocupa las positivas serían las
posibilidades que se abren para construir nuevos valores y modelos que transformen nuestra
vida para bien, pero indudablemente hay otras negativas, como la resistencia, el miedo y la
incertidumbre que se producen ante cualquier crisis. Desgraciadamente, estas últimas parecen traducirse en un aumento significativo de la violencia de género, sin que de momento dispongamos de líneas educativas eficaces para paliarlo. Es cierto que corresponde a toda lasociedad arbitrar medidas para evitar la lacra de la violencia, pero no lo es menos que la escuela es el mejor recurso con que contamos para prevenirla Sin su labor educadora la sociedad quedaría indefensa y a merced de influencias, en muchos casos nefastas, como la de algunos medios de comunicación constituidos en ídolos, o unas familias que se declaran impotentes ante la multitud de mensajes contradictorios que cada día reciben y que demandan ser guia das por las instituciones educativas. De hecho, en cualquier intento sólido de construir un modelo de relaciones sin violencia se hace imprescindible la colaboración de la escuela.
LIBERTAD CULTURAL
Cuando pensamos en la libertad, casi siempre nos vienen a la cabeza los derechos que la
sociedad otorga a los individuos: el derecho a expresar la propia opinión, a escoger trabajo,
a ir y venir sin dar cuenta de nuestros pasos, a reunirnos con otros y otras, a profesar o no
profesar una religión, a disfrutar de nuestro tiempo libre como queramos…
La libertad cultural, sin embargo, tiene una particularidad y es que es colectiva en lugar de
individual. Es decir, podríamos definirla como el derecho del que goza un grupo a adoptar el
modo de vida que desea, siempre y cuando, respete y acate todos aquellos requerimientos
y obligaciones que garanticen la convivencia con otros grupos, incluyendo las obligaciones
inherentes al ejercicio de los derechos individuales universales. Por tanto, la libertad cultural
es una garantía más de la libertad individual.
El reconocimiento de la libertad cultural es básico para el desarrollo pleno de los individuos y
para la convivencia pacífica. Pero la convivencia no es un don gratuito. Es necesario trabajar
por ella desde la educación, o lo que es lo mismo, a través de una práctica de comprensión
y empatía hacia los demás. Por otra parte, la libertad cultural estimula la creatividad, la exrimentación y la diversidad, que son los fundamentos del desarrollo humano. En efecto, es la diversidad de la sociedades multiculturales lo que las hace innovadoras, dinámicas y durables. Pero para que esa riqueza logre fructificar es necesario instaurar una comunicación e interacción que logre la convivencia entre todas estas culturas, es decir, una interculturalidad,o relación de intercambio y respeto que no borre la identidad específica de cada una de ellas, ya que si actuamos de otra manera estar emos propiciando una sociedad de grupos no integrados, que caminen ignorándose y sin encontrarse.
■ DIFERENCIA y DIVERSIDAD
Entendemos por diferencia el conjunto de características propias de cada individuo que lo
hacen único y distinto y que nos permiten distinguirlo de entre todos los demás. Accidentalmente somos distintos, pero esencialmente somos iguales, sin embargo «la diferencia puede ser, y de hecho, ha sido utilizada como punto de apoyo para la desigualdad, pero esto es algo que carece de fundamento. De un hecho diferencial como tener uno u otro sexo, ser de una u otra raza, tener más o menos fuerza física, etc., no se sigue lógicamente la necesidad de un trato desigual de los sujetos así diferenciados»
Desde este punto de vista, la diversidad sería la circunstancia natural por la cual todos los
individuos pertenecientes a la misma especie son distintos e iguales a la vez. Así pues, es fundamental que admitamos el derecho y la necesidad que todos y todas tenemos a la diferencia, sin que esto suponga ninguna desigualdad o discriminación social o personal porque el derecho a ser diferentes no es sino un modo de afirmar el derecho a ser iguales.
ESTEREOTIPO
La definición más extendida de estereotipo es la de «una opinión ya hecha, que se impone como un cliché a los miembros de una comunidad». convencional, una idea preconcebida sobre objetos, personas y grupos sociales que influye poderosamente en los modos de ver y entender el mundo.
Básicamente pues, sería una imagen Los estereotipos son de origen emocional e ideológico, tienen un contenido valorativo, generalmente peyorativo, y clasifican y categorizan a los/as otros/as,
de tal manera que nos dan acceso a un mundo dividido en grupos, según la identidad sociocultural, racial, sexual, nacional, generacional, etc.
La función del estereotipo es reducir a un esquema relativamente simple la diversidad de los
fenómenos reales para atenuar el nivel de angustia que produce el miedo a lo desconocido,
al vacío o a lo diferente.
Las consecuencias que se derivan de este modo de entender la realidad son altamente negativas, ya que los estereotipos construyen «etiquetas» que redundan en una comprensión trivial de las cosas y que actúan como herramientas de descrédito, menosprecio y ocultación
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